PRIMERA CAÍDA

Los que de plano quisieron hacer su agosto en pleno mayo fueron algunos empresarios del tan afectado sector de restaurantes y bares en la capital de la quesadilla con queso, pues una vez que lograron que la autoridad estatal les permitiera abrir tras una larga agonía por la pandemia, ahora resulta que muchos de plano ignoraron los espacios para no fumadores, con tal de que los parroquianos se gastaran su lanita ahí. Ya desde antes nos habíamos enterado por los medios de comunicación, que otros más vivales, aprovecharon la oscuridad de la noche para abrir, con mucha discreción, sus locales en plena contingencia y ofrecer sus servicios sin mido al Covid-19, a pesar de que, a algunos de ellos, les cayeron las brigadas gubernamentales y les cerraron los changarros. Mal dice aquel dicho “el que no tranza, no avanza”. Así no saldremos ni de ésta ni de ninguna otra. ¡Candado al cuello!

 

SEGUNDA CAÍDA

A pesar -y muy a pesar- de lo que diga el señor presidente sobre que ni él, ni MORENA, ni su cuarta transformación dividan al país, es evidente el ataque casi diario que el mandatario lleva a cabo en contra de opositores, medios de comunicación, reporteros, periodistas, y quién sabe cuántos más y llevándolo al extremo de usar calificativos al más puro estilo cantinero. Lo más preocupante es que nadie, absolutamente nadie, está libre de quedar en el huracán que puede desatar el mandatario con sólo pedirlo en su púlpito presidencial. La columna de Denise Dresser, en Reforma, es brutal. Nos echa a la cara la violencia que ejerce aquel personaje sobre quienes no piensan como él. La gente que lo idolatra sin objeciones se ha convertido en verdugos que acusan, agreden, lastiman ya no sólo desde las redes sociales, sino que han traspasado esa furia hasta la realidad. Sólo hay que echarles un ojo a las trasmisiones de “La Mañanera” para ver cómo los seguidores del presidente (tal vez bots, trolles, y uno que otro fanático) le tiran odio a los reporteros que preguntan e incomodan al gobernante o sus invitados, los vituperios ya no son únicamente a su trabajo; la apariencia física, cómo van vestidos, cómo están sentados y mil tonterías como estas, son apenas unos cuantos ejemplos de la descarga que se emiten en esas trasmisiones. ¿Esta era la transformación de México? Sin duda, una transformación que da vergüenza. ¡Lance sobre la tercera cuerda!

 

TERCERA CAÍDA
¿Qué son 23 años sin título? La verdad muchos, tomando en cuenta que existen generaciones enteras que siguen al Cruz Azul y jamás los habían visto obtener un campeonato. Su afición floreció entre anécdotas de quienes sí lo vivieron e información de internet, en su mayoría, enmarcada con un Carlos Hermosillo con la cara ensangrentada listo para anotar el penal o en los especiales televisivos que no se cansaban de criticar la sequía del equipo cada vez que se acercaba la liguilla. Hoy, con un plantel con resultados, le dio el giro a la historia. No más, no menos. El Genoa, de la Serie A italiana, lleva 97 años sin saber qué es ser campeón (y tal vez se lo seguirá preguntando otro tanto de años más); el Newcastle United, de la Premier League, 94; el famoso Tottenham, también de la Premier, 60 y así nos podemos ir por toda Europa, la verdad 23 no son muchos (en México, tan sólo el Atlas lleva 70). Hoy Cruz Azul celebra, ya nadie podrá quitarle eso a la afición celeste. Enhorabuena. ¡Espaldas planas, una, dos, treees, fuera!

Facebook Comments