PRIMERA CAÍDA

No hay día que no se llegue ni plazo que no se cumpla. Las tan esperadas elecciones intermedias llegaron a México y Querétaro no fue la excepción. No hubo sorpresas, ganaron los que en el papel sabíamos (o creíamos) que lo harían. No por sus grandes propuestas políticas ni sus audaces respuestas ante las cámaras de televisión, sino más bien por la maquinaria política (y por qué no, hasta de marketing) que traían en la espalda. Aquí gana el que más gasta. No hay vuelta de hoja.

Otros, como MORENA, se quedaron con la ilusión de convertirse en los nuevos transformadores de la capital de la quesadilla con queso. El conservadurismo local triunfo, como ya tantas veces, que ni siquiera supieron qué sucedió. La aplanadora azul pasó por encima de los candidatos del partido del presidente mexicano. A Celia Maya no le quedará de otra que retirarse a vivir con su pequeña pensión por su contribución al país, hasta que los vientos de imposición la coloquen en otra boleta electoral.

 

SEGUNDA CAÍDA

La buena noticia que dejó la jornada electoral es que, ya con un buen número de actas computadas a nivel federal, las pequeñas rémoras políticas como Partido Encuentro Solidario, Fuerza Por México y Redes Sociales Progresistas se quedarán sin registro, pues no les alcanzaron los centavos para mantenerse.

 

TERCERA CAÍDA

Claroscuros deportivos. Mientras Sergio Pérez y Red Bull sacan un triunfo importantísimo en una competencia como Fórmula 1, en una pista de alta dificultad y ante pilotos premier de especialidad, la Selección Mexicana de futbol (con la mayoría de sus estrellitas) se quedó al borde de ser campeón de la Liga de Naciones de Concacaf ante el vecino del norte, sí, ese que sólo sabe de futbol americano y de comer hotdogs.

 

Facebook Comments