El neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que hace tres semana se proclamó matemáticamente (triple) campeón del mundo de Fórmula Uno, ganó este domingo el Gran Premio de México, el decimonoveno del año, en el Autódromo de los Hermanos Rodríguez, donde su compañero Sergio Pérez, el ídolo local, abandonó al accidentarse en la primera curva.

Verstappen, de 26 años, elevó a 16 su propio récord histórico de victorias en una misma temporada al ganar por delante del séptuple campeón mundial inglés Lewis Hamilton (Mercedes, que marcó la vuelta rápida) y del monegasco Charles Leclerc (Ferrari); segundo y tercero, respectivamente, en una carrera que el madrileño Carlos Sainz (Ferrari) acabó cuarto, y el otro español, Fernando Alonso (Aston Martin), no terminó al retirarse -en la cuadragésima octava de las 71 vueltas-; por segunda vez -seguida- en lo que va de temporada.

Con su victoria, Mad Max logró su victoria 51 en la F1 -la quinta en México-, igualando la cuarta marca histórica del cuádruple campeón mundial francés Alain Prost; en una prueba que los ingleses Lando Norris (McLaren) -protagonista de la remontada del día- y George Russell (Mercedes) acabaron quinto y sexto, respectivamente.

‘Checo’ Pérez queda fuera en la primera vuelta

Sergio Pérez lloró apenas fue declarado fuera de competencia por los daños en soporte lateral y el piso de su monoplaza. Cuando por fin pudo calmarse admitió que corrió un riesgo muy grande sin pensar en el campeonato, donde defiende el subliderato y Hamilton le persigue amenazante. El Foro Sol quedó en silencio después del contacto con el Ferrari con Leclerc que lo dejó fuera cuando apenas habían transcurrido los primeros 800 metros de la recta de inicio.

«Si hubiéramos pensado en el campeonato esto que hice era un riesgo innecesario», dijo Checo; «yo sólo quería ganar la carrera y cuanto tuve la oportunidad lo arriesgué y arriesgué de más. Pero si volviera a estar en la misma situación lo volvería a hacer».

«Soy consciente que tomé un riesgo muy grande y me olvidé del campeonato, me olvidé de todo y sólo pensé en ganar la carrera. No ha sido una temporada ideal. Así pasa en la vida de los pilotos, sigue el campeonato, faltan tres carreras y todo puede pasar». Mientras relataba lo sucedido, el piloto de Haas Kevin Magnussen sufrió un aparatoso percance y se estrelló durante la vuelta 33. El monoplaza se hizo añicos y terminó con fuego. El corredor salió a tiempo por su propio pie.

Facebook Comments