Inglaterra logró este domingo el pase a los cuartos de final del Mundial imponiéndose a Senegal con un resultado contundente (3-0) en un partido que decidió el acierto de cara a puerta. Los Three Lions comenzaron mucho más incómodos de lo que su guion de partido marcaba, pero en dos jugadas puntuales al borde del descanso, y otra tras la reanudación, terminaron con el sueño de los senegaleses. Los hombres de Gareth Southgate se medirán a Francia en cuartos el próximo sábado.
El choque de estilos era evidente. Inglaterra quería llevar la voz cantante, y así lo hicieron ver con largas posesiones en la medular. Un plan que se adaptaba al de los senegaleses, sólidos en el bloque bajo esperando un robo para lanzar ofensivas directas. Curiosamente, fue el conjunto europeo el que peor lo pasó durante gran parte de la primera mitad, pues la falta de verticalidad les privaba de ocasiones de gol, de las que si gozaron los africanos.
El primer aviso llegó en el 4′, cuando Maguire logró frenar a Boulaye Día antes de que este llegara al cara a cara ante Pickford. Aunque la ocasión que hizo contener la respiración a la grada fue la que tuvieron los senegaleses en el 22′, con un centro desde la derecha rematado por Dia, y que dejó una oportunidad clara a Sarr en el rechace. Estuvo providencial el meta del Everton.
Tras la primera media hora Inglaterra se había borrado del césped, la pelota era claramente de los senegaleses, que incluso se atrevían a replicar el estilo de su oponente, tocando en campo rival para, en este caso sí, encontrar alguna internada con pases verticales. De este modo llegó la más clara, un envío al hueco de Sarr a Día que este convirtió en un potente zurdazo, de nuevo tapado por Pickford.
Fue precisamente entonces, en el peor momento de los ingleses, cuando aprovechando una combinación rápida a la contra pillaron desordenada a la defensa rival. Kane, desde tres cuartos de campo, esperó el desmarque de Bellingham por la banda izquierda y este, con toda la calma del mundo, se la dejó a Henderson en el punto de penalti para rematar a placer el 1-0.
El gol fue demasiado castigo para Senegal, algo que los jugadores reflejaron sobre el verde. Los ingleses olieron la sangre y aprovecharon para hacer doble daño diez minutos después. Fue en una nueva contra, lanzada ahora por Bellingham, que terminó, tras una gran maniobra de Foden, en los pies de Kane. El del Tottenham no titubeó -no lo hace nunca- en la frontal, y la mandó a guardar antes del descanso.
Senegal salió a la segunda mitad con un triple cambio, pero no sirvió para recuperar el gran nivel de la primera mitad. Inglaterra, ya sin la presión del resultado, salió a demostrar que su estreno mundialista no fue un espejismo.
Desde el inicio el acoso fue total, y apenas doce minutos después Saka ponía el tercero. Fue una maniobra sencilla para el del Arsenal, pues Foden rompió a correr por la banda izquierda, le puso un pase perfecto al pie, y solo tuvo que picarla para superar a Mendy por arriba.
El tercer tanto sentenció el partido, los hombres de Gareth Southgate durmieron el juego por completo y tampoco se vio un empuje de los africanos por buscar un tanto que revolucionase el encuentro. Como única ocasión en la última media hora cuenta un disparo de falta de Sarr, que se marchó rozando el lateral de la red, pero sin ninguna sensación de peligro para una Inglaterra que piensa ya en Mbappé.
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