Pasaron casi cuatro años de vicisitudes. Sin embargo, estos Warriors hicieron pensar que eran los mismos que brillaron durante la década anterior.

 

Y tienen ya un lugar en la historia, como equipo emblemático de toda una época.

Golden State es campeón de la NBA otra vez, luego de doblegar el jueves 103-90 a los Celtics de Boston para conseguir su cuarto título en las últimas ocho temporadas.

 

Stephen Curry anotó 34 puntos por los Warriors, quienes lograron el séptimo cetro de la franquicia en su historia.

 

Curry fue nombrado el Jugador Más Valioso de las Finales, uno de los pocos logros que le faltaban en su carrera.

 

Y éste finales terminó un viaje como ningún otro, luego de disputar cinco consecutivas, desplomarse al último puesto de la NBA y ahora repuntar hacia la grandeza, apenas dos años después de languidecer con la peor foja de la liga.

 

“Simplemente encontramos la manera de lograrlo”, Curry, después de que los Warriors recibieron el trofeo y festejaron en la cancha. “Todo es parte de tener la estirpe de un campeón, de nuestra experiencia… Hemos construido esto durante 10 u 11 años. Esto significa mucho cuando llegas a estas etapas”.

 

Para Curry, Klay Thompson, Draymond Green y Andre Iguodala, es su cuarto campeonato. Los primeros tres llegaron en 2015, 2017 y 2018, cuando Golden State estableció una y llegó a las Finales en cinco ocasiones.

 

“Todos ellos son únicos y especiales”, dijo el entrenador Steve Kerr, cerca de todos los títulos. “Éste podría ser el más improbable… Se requirió de un esfuerzo colectivo para lograrlo, y nosotros tenemos un gran grupo”.

Las lesiones, incluidas las que marginaron a Thompson durante dos años y medio, cambiaron todo, lo mismo que algunos cambios en el plantel.

 

Pero esta temporada, con el regreso de Thompson, vino también el de los Warriors.

 

Volvieron a la cima y son campeones de nuevo, derrotando a la laureada franquicia de Boston que buscaba su 18vo título, con lo que hubiera roto el empate con los Lakers de Los Ángeles en la disputa por la mayor cifra en la historia.

 

Esta novela deparó para los Warriors un desenlace muy distinto al de su aparición anterior en las Finales, ante Toronto en 2019. En aquel entonces, Kevin Durant se rompió el tendón de Aquiles en el quinto partido y Thompson se desgarró el ligamento cruzado anterior en el sexto, cuando los Raptors aseguraron la coronación.

 

Tras aquella dura derrota, Durant decidió marcharse como agente libre para unirse a los Nets de Brooklyn. Thompson se rompió el tendón de Aquiles cuando se estaba recuperando de la lesión de rodilla.

 

“Todo dio frutos”, dijo Thompson. “Aquellos días fueron horribles. Derramé muchas lágrimas… Sabíamos que había una posibilidad, pero ver que se ha concretado es una locura”.

 

Ello mostró una reconstrucción de Golden State. Los Warriors aprovecharon sus dos años de irrelevancia en la liga para renovar su plantel.

 

Se hizo de una primera selección en el draft, Andrew Wiggins, quien lució en sus primeros Finales. Y adquirí otro astro naciente, Jordan Poole.

 

Todos festejaron en la cacha del TD Garden. El mexicano Juan Toscano, quien no jugó en el sexto encuentro, llevaba la bandera de su país sobre los hombros.

Nunca antes un basquetbolista mexicano había sido parte de un equipo que disputara siquiera las Finales.

 

Las piezas encajaron de maravilla en el rompecabezas de Kerr, quien descubrió su noveno título en total, tras obtener cinco como jugador. Es el sexto entrenador con cuatro títulos en su palmarés, uniéndose a Phil Jackson, Red Auerbach, John Kundla, Gregg Popovich y Pat Riley.

 

Jaylen Brown encabezó a los Celtics con 34 puntos. El dominicano Al Horford agregó 19 tantos.

Jayson Tatum finalizó con 13 tantos pero atinó solo seis de 18 disparos de campo. Boston perdió 22 balones, para caer a una foja de 1-8 en esta postemporada cuando regaló 16 o más.

 

Fue la tercera temporada consecutiva en que hubo afectaciones por la pandemia. Pese a que la situación sanitaria en el mundo va volviendo a la normalidad, las imágenes de la celebración servirán como un recordatorio de que el coronavirus seguía siendo una preocupación.

 

El comisionado de la NBA, Adam Silver, no pudo estar en el partido, puesto que sigue en los protocolos de salubridad. El trofeo Larry O’Brien fue entregado a los Warriors por el subcomisionado Mark Tatum.

 

Siempre muy orgulloso de sus raíces, Toscano-Anderson celebró el anillo este jueves paseando la bandera mexicana por el TD Garden de Boston (EE.UU.).

Esta era la tercera temporada de Toscano-Anderson en la NBA y ha resultado muy especial para él no solo por el campeonato que consiguió con Stephen Curry y compañía sino también porque participó en el concurso de mates del All-Star.

 

De 29 años, el nacido en Oakland (EE.UU.) y de madre mexicana logró en los Warriors 4,1 puntos, 2,4 rebotes y 1,7 asistencias en 13,6 de media por encuentro durante la temporada regular.

 

En los playoffs tuvo menos hueco en la rotación de Golden State y consiguió 0,8 puntos, 0,7 rebotes y 0,6 asistencias de media en 3,5 minutos por encuentro.

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