Después de una semana de inactividad en nuestro análisis semanal, les cuento que la NFL tuvo excelentes duelos de cara a los playoffs. Restan sólo tres semanas de temporada regular y aún hay varios equipos buscando un boleto a la fiesta grande.

Empecemos platicando del divertido duelo del jueves, entre los Pittsburgh Steelers y los Minnesota Vikings. Un juego que, a la mitad parecía más que resuelto para Kirk Cousins y compañía, termino emocionando en el último cuarto con tres anotaciones consecutivas de los Steelers. Todo indicaba que, como de costumbre, Kirk Cousins iba a caer una vez más en “primetime”, sin embargo, no fue suficiente el esfuerzo de Big Ben y compañía. Ahora se encuentran en el fondo de su división, pero con todo por pelear, pues aún se encuentran en la pelea por un puesto en la ronda de comodín. Queda por verse si a los de amarillo y negro les queda algo en el tanque para lograrlo.

Volviendo al tema de los Buffalo Bills: el equipo se cae a pedazos. Hace no más de un mes eran favoritos a llevarse todo en la AFC y hoy ya se encuentran con una desventaja de dos partidos ante su acérrimo rival. Toda consecuencia de los mismos verdugos que han tenido por más de 20 años, los New England Patriots y Tom Brady. Este último ya en otro equipo desde la temporada pasada, pero reviviendo las pesadillas de los aficionados de Josh Allen y compañía. Al igual que los Steelers, parecía que podían lograr un regreso de época, pues forzaron el alargue aun cuando se fueron al entretiempo con una desventaja de 21 puntos. Todo termino cuando Tom Brady lanzó su pase número 700 de anotación en su carrera, sepultando una vez más las esperanzas de los Bills y dejándolos en serios problemas de cara a los playoffs.

En esta misma jornada dominical de media tarde, se presentaron más resultados abultados al medio tiempo de los encuentros. Hubo intentos de regreso por parte de Cincinnati, Baltimore y Washington. Ninguno resulto exitoso, pero es una muestra más de la alta competitividad que hay en esta liga. Todos los equipos intentando pelear un lugar y todos matemáticamente con posibilidades.

El partido que en mi opinión tenía mayores implicaciones de playoffs, fue aquel duelo de lunes por la noche entre Rams y Cardinals. La última vez que se enfrentaron, los Rams quedaron a deber en desmedida, pues fueron vapuleados por la impresionante defensiva de Arizona. Se esperaba un juego parejo, pero con una ligera ventaja para Kyler Murray y compañía. Ambos equipos peleando por la división, pero Arizona peleando el primer lugar de la NFC, una semana de descanso y la localia para los playoffs.

Ahora, teniendo a Green Bay y a Tampa Bay pisándoles los talones, no podían desaprovechar la oportunidad de amarrar la división y seguir liderando la conferencia. Los Rams tenían un plan diferente, pues salieron con la espada desenvainada. Un Matthew Stafford que lanzó increíbles pases a diestra y siniestra a su increíble grupo de receptores liderado por Cooper Kupp y potenciado por Odell Beckham Jr., este último teniendo una gran actuación que terminaría por sellar la victoria de los angelinos. Con este resultado Arizona cayó al segundo lugar y ahora se encuentran con un triple empate y con cero margen de error.

Muchas divisiones se definirán en las siguientes semanas y aún no hay nada seguro para ningún equipo. Sin duda estamos viviendo una de las mejores temporadas en la historia de la NFL.

 

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