Por Alfonso Rodríguez

 

El jueves 25 de noviembre, fue el día de Acción de Gracias en los Estados Unidos. No podía haber mejor manera de celebrarlo que con una triple jornada, incluyendo los tradicionales juegos de Cowboys y Lions, en conjunto con un duelo crucial para los Bills.

Dallas confirmo su mala racha al caer contra los Raiders. Un duelo que pasó de ser una paliza, a que Dallas estuviera en posición de ganar. Cosa que no sucedió pues, aunque forzaron el alargue con un gol de campo en los segundos finales, los Raiders salieron avantes para terminar con un marcador final de 33-30, propinándole su tercera derrota en 4 partidos a los Cowboys. Mike McCarthy, de nuevo, dejando mucho que desear en la toma de decisiones que eventualmente sellaron el resultado desfavorable para su equipo. Dallas no se ve con la potencia que mostraba en primeras semanas y tendrán que trabajar aún más para aspirar a algo en la postemporada.

El duelo de Bills vs Saints, pintaba para ser un juego competido. Sin embargo, Mark Ingram sufrió una lesión que no le permitió participar y que dejó toda la responsabilidad ofensiva en Trevor Siemian. Sobra decir que este último no tiene el temple, ni el talento para jugar al “tu por tu” contra la ofensiva de Buffalo. Mintras tanto, Josh Allen y compañía aprovecharon esto para recuperar confianza y seguir peleando por el liderato de su división contra unos Patriots que se ven imparables. Para la semana 13 se enfrentarán y quizá definan el camino de ambos de cara a los Playoffs.

Una de las peores pesadillas de los fans de los Steelers se hizo realidad este fin de semana. Fueron barridos por los Bengals, en lo que representó la peor paliza de este clásico, desde 1989. Así como la primera vez que pierden ambos partidos divisionales desde 2009. No hay duda que necesitan hacer cambios en la ofensiva, la cual ha presentado una de sus peores versiones en la historia. Todo apunta a un inminente retiro de Big Ben, quien pudiera ser sustituido por nada más y nada menos que Aaron Rodgers. Si este movimiento se llega a dar, la conferencia americana debe preocuparse y mucho.

Al parecer ya es costumbre, desde hace al menos un mes, el comentar la continua debacle de los Rams. Enfrentandose a Green Bay, con un duelo de QB entre viejos conocidos. Primer duelo de Matthew Stafford en contra de Aaron Rodgers sin portar el escudo de los Detroit Lions y con un resultado final similar al que por más de una década se presentó en ese duelo divisional, favoreciendo a Green Bay una vez más. Ni la adición de OBJ fue suficiente para contrarrestar una actuación inmaculada de A-Rod.

El duelo más atractivo y que dejó mucho de qué hablar, fue aquel entre Colts y Bucs. Indianapolis que venía de una racha impresionante de victorias y Tampa Bay que comenzó a presentar dudas con victorias muy apretadas contra rivales que en papel lucían inferiores. Los colts se adelantaron temprano en el juego y se fueron al medio tiempo con 10 puntos de ventaja. Parecía un juego de ajedrez en cuanto a estrategia, pues todos esperábamos el impresionante ataque por tierra de Indy y el arrollador ataque aéreo de Tamap Bay. Para sorpresa de todos, ni Tom Brady ni Jonathan Taylor, ambos candidatos para el MVP, tuvieron actuaciones impresionantes. Las mejores actuaciones fueron de Carson Wentz de un lado y de Leonard Fournette por el otro. Sin embargo, una vez más, Indianápolis sufrió una derrota en los últimos segundos a manos de Tom Brady. Algunas cosas nunca cambian…

 

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