El suizo Roger Federer, tercero del ránking ATP, derrotó este sábado por 3-6, 6-4 y 6-2 al alemán Alexander Zverev en un partido de exhibición en la Ciudad de México ante 42.517 aficionados, récord mundial para un partido de tenis.

En la plaza de Toros de la capital del país, a Federer, máximo ganador de torneos ‘Grand Slam’ con 20, le costó trabajo encontrar el ritmo en el golpeo a 2.240 metros sobre el nivel del mar y cometió varios errores no forzados que le costaron el primer set.

Zverev, preciso con el servicio, quebró en el quinto juego y volvió a hacerlo en el noveno para llevarse por 6-3 la primera manga.

Vitoreado por la gente que coreó su nombre numerosas veces, Federer comenzó a marcar la diferencia con su elegante revés y rompió el saque del alemán en el tercer juego, pero Zverev obligó al suizo a echar varias pelotas fuera con lo cual recuperó el servicio.

Ante un público delirante, los dos tenistas olvidaron que son de lo mejor del circuito y ensayaron peloteos metidos en la cancha para luego continuar el duelo.

Un Federer alegre, con gestos a sus seguidores, mantuvo la concentración. Ya con mejor ritmo impuso condiciones con el servicio y puso algunas pelotas en las líneas, señal de que había tomado el pulso a jugar en la altura.

En el noveno juego subió a la red para ponerse 15-40 delante y encaminarse a un quiebre con el que igualó el partido al ganar el set por 6-4.

Con la efectividad con el revés que se le conoce en el circuito, el suizo quebró en el tercer juego del tercer set y después de 69 minutos por primera vez tomó una ventaja que no perdió.

Zverev, uno de los tenistas jóvenes candidato a llegar al número uno del mundo, dio muestras de molestias en un hombro y perdió en el saque en el quinto juego con lo que Roger se fue delante 4-1.

Antes de seguir, Federer le regaló una raqueta a un niño en primera fila y no contento con eso lo invitó a pelotear de la cancha a la grada.

Siguieron adelante con el duelo decidido; Zverev mantuvo el saque en el séptimo juego y Roger hizo lo mismo en el octavo para ganar después de una hora y media de acción.

“Demoré 23 años para regresar a este hermoso país, espero que no pase tanto tiempo para mi siguiente visita; estoy feliz por las emociones en tan poco tiempo por parte de los mexicanos”, dijo un emocionado Federer que terminó con un sombrero puesto al lado de Zverev, quien calificó a México de un lugar especial.

El partido Federer-Zverev forma parte de la gira de ambos tenistas por América Latina iniciada el pasado martes con una victoria del suizo en Chile por 6-3, 4-6, 6-4, que siguió el miércoles con un triunfo del alemán en Buenos Aires por 7-6(3), 7-6(2).

Hace unas horas el duelo en Bogotá fue suspendido por razones de seguridad.

La gira concluirá este domingo en Quito.

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