Eventos como la Strade Bianche en ciclismo, el Maratón de Roma, el Italia-Inglaterra del Seis Naciones de rugby, el fútbol y el tenis a puerta cerrada, son sólo algunas de las grandes justas de marzo que no se podrán celebrar normalmente en Italia a causa del brote del coronavirus.

Y es que son ya más de cien los fallecidos y más de 3.000 los contagiados por el coronavirus en Italia. El gobierno aprobó el miércoles un decreto que, por lo referido al deporte, ordena que todos los eventos que congreguen a muchas personas se disputen a puerta cerrada hasta el 3 de abril, como medida de seguridad para evitar la ulterior difusión del virus en el país.

De igual forma, han cerrado hasta mediados de marzo de todas las escuelas y universidades, al tiempo que en el ámbito económico la situación sigue agravándose por las pérdidas que se están registrando sobre todo en el sector turístico.

El delantero de la Juventus, Federico Bernardeschi, publicó en sus redes sociales un mensaje respecto a esta situación que está rodeando al mundo del deporte por el coronavirus.

Su publicación se ha convertido en un mensaje profundo y reflexivo que ha calado en muchos de sus seguidores. El futbolista asegura que lo peor de todo no es el coronavirus en sí, sino todo lo que le rodea.

«Un virus domina nuestros miedos, nos aterroriza, limita nuestra libertad, nos hace despreciar a los demás. Cerramos los puertos a cualquiera, encerrados en nuestro círculo de fieles…», así comenzaba escribiendo en la red social Instagram.

 

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Un virus sta dominando le nostre paure. Ci terrorizza, limita la nostra libertà, ci fa disprezzare l’altro. Abbiamo chiuso i porti a chiunque, rintanandoci nella nostra fedele cerchia, criticando gli altri la mattina al bar o in coda al supermercato durante la folle corsa per accaparrarci l’ultimo inutile pezzo di pane, che deve essere il nostro e di nessun altro, manco fosse la fine del mondo. Abbiamo deciso di offendere, cacciare, allontanare. Abbiamo fatto morire donne e bambini, perché prima veniva la nostra sicurezza, la nostra ricchezza e poi le loro vite. E adesso siamo noi gli emarginati, siamo noi ad essere discriminati e cacciati, rinchiusi tra i confini di un Paese che soffre. Quando tutto questo finirà, ricordiamoci di questi giorni, di questa sofferenza, di questa isteria che ci ha trasformato in animali mossi solo dall’istinto di sopravvivenza, senza ragione, senza rispetto per nessuno. Ricordiamocelo poi, di come ci trasformano disperazione e paura di morire. Ricordiamocelo quando ad aver paura sarà qualcun altro, che chiede aiuto. #Coronavirus #NoOdio #NoDiscriminazione

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«Hicimos que mujeres y niños murieran porque nos importó más nuestra seguridad y nuestra riqueza que sus vidas. Y ahora nosotros somos los marginados, somos los discriminados y cazados, encerrados en las fronteras de un país que sufre. Cuando todo esto termine, recordemos estos días, este sufrimiento, esta histeria que nos ha convertido en animales movidos solo por el instinto de supervivencia. Recordemos cómo nos transforman la desesperación y el miedo a morir. Recordémoslo cuando alguien más tenga miedo y pida ayuda», sentenció.

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