Con el tercer jonrón consecutivo de Freddie Freeman, los Dodgers de Los Ángeles ganaron este lunes 4-2 en Nueva York a los Yankees y se colocaron a sólo un triunfo de conquistar la Serie Mundial de 2024.

El equipo angelino domina 3-0 esta final de las Grandes Ligas de béisbol, al mejor de siete partidos, y puede ganar el título el martes en el cuarto episodio, de nuevo en Nueva York.

Los Yankees, que no aprovecharon las limitaciones físicas del japonés Shohei Ohtani, necesitan ser el primer equipo en remontar un 3-0 en contra en una Serie Mundial para quedarse con el título.

Esa hazaña sólo se logró una vez en la historia de los playoffs, a cargo de los Medias Rojas de Boston precisamente ante los Yankees en la Serie de Campeonato de 2004.

Esta primera Serie Mundial desde 1981 entre los emblemáticos Dodgers y Yankees, los grandes dominadores de la fase regular, está resultando mucho más desnivelada de lo esperado.

Tras dos emocionantes triunfos en Los Ángeles, los Dodgers tomaron esta vez una amplia ventaja de 4×0 ante unos Yankees que sólo despertaron en la última entrada con un jonrón de dos carreras del mexicano-estadounidense Alex Verdugo.

La franquicia californiana está así cerca de cobrarse la monumental apuesta que hizo para fichar esta campaña a Ohtani y alcanzar su primera corona desde 2020 y octava de su historia.

Tercer jonrón de Freeman

Frente a los 49.368 espectadores del Yankee Stadium, Freddie Freeman se consolidó como gran figura de esta eliminatoria ‘jonroneando’ por tercer partido seguido en la entrada inicial.

«Cuando juegas fuera de casa intentas golpear pronto y calmar al público, y pudimos hacerlo en la primera entrada», se felicitó el veterano primera base, que ya logró un título con Atlanta en 2021.

Antes de Freeman, únicamente Hank Bauer (1958) y Barry Bonds (2002) habían conectado cuadrangulares en los tres primeros capítulos de una Serie Mundial.

Freeman, que zanjó la victoria inaugural con un Grand Slam en ‘extra innings’, pegó esta vez un batazo de 108 metros al jardín derecho que impulsó otra carrera de Ohtani.

La superestrella japonesa fue el bateador designado de los angelinos pese a la luxación parcial del hombro izquierdo que sufrió en la recta final del juego del sábado.

Ohtani bateó con visibles molestias y tras cada turno acudió al vestuario para recibir tratamiento.

«El dolor ha remitido, así que me he sentido bastante bien», afirmó después. «Si hubiera sido el hombro derecho, creo que habría impactado en mi swing, pero afortunadamente fue mi izquierdo y creo que no lo hizo».

El muro de Buehler

La desventaja inicial cayó como un jarro de agua fría en la potente ofensiva de Nueva York, que se estrelló ante el lanzador Walker Buehler.

El diestro sólo permitió dos hits en cinco entradas frente a cañoneros como el dominicano Juan Soto y el estadounidense Aaron Judge, gran decepción de esta Serie Mundial.

Buehler ya había realizado una apertura sin carreras en el ‘Clásico de Otoño’ de 2018 y se une a Sandy Koufax, integrante del Salón de la Fama, como los únicos Dodgers con dos blanqueadas en Serie Mundial.

Los angelinos pusieron más terreno de por medio en el tercer ‘inning’ cuando Mookie Betts conectó un sencillo que remolcó una carrera de Tommy Edman.

En el sexto, Gavin Lux fue golpeado por un lanzamiento, robó la segunda base y pasó por la registradora tras sencillo del puertorriqueño Kiké Hernández.

En la última entrada Alex Verdugo despertó algo de ilusión en las gradas con un cuadrangular de dos carreras pero, con dos outs, los locales ya no tuvieron margen para la remontada.

La franquicia de Nueva York, que no obtiene el título desde 2009, está obligada a ganar el martes para evitar su primera barrida en una Serie Mundial desde 1976 y permitirse soñar con una remontada inédita.

«Ojalá podamos hacer esa historia increíble y conmocionar al mundo, pero ahora mismo se trata de ganar un partido mañana y forzar el siguiente», recalcó el entrenador de los Yankees, Aaron Boone.

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