Dak Prescott apenas tuvo tiempo para celebrar el recibir el contrato más grande en la historia de la NFL antes de conocer que llegó con un precio.

Todos sus compañeros de equipo en los Cowboys quieren algo.

“Ellos están a la espera de unos Rolex”, bromeó Prescott. “Todos me están dando el tamaño de sus muñecas”.

Dak Prescott lanzó un pase de anotación horas después de acordar una extensión de contrato por cuatro años y 240 millones de dólares con Dallas, y la defensiva de los Cowboys maltrató a Deshaun Watson en su regreso, derrotando a los Browns de Cleveland por 33-17 el domingo.

El contrato de Prescott lo convierte en el primer jugador en promediar 60 millones de dólares por temporada y le puso fin a meses de especulación sobre su futuro con los Cowboys, que han ganado 12 partidos en tres años consecutivos con él al mando.

Al inicio de la semana, Prescott, quien venía de su mejor temporada y entraba al último año de su contrato, dijo que quiere ser el quarterback que le ponga fin a la sequía de Super Bowls del equipo. Tendrá esa oportunidad. “Esto se basa en cumplir mi parte del trato”, dijo Prescott, quien completó 19 de 32 pases para 179 yardas y se relajó en gran parte de la segunda mitad. Prescott se estaba alistando en su habitación en el hotel para salir rumbo al estadio cuando recibió una llamada sorpresa de su agente, informándole sobre el contrato.

Su próxima movida fue abrazar a su compañero de equipo, Ezekiel Elliott, a quién le reconoce haberlo ayudado cuando era un joven jugador. “Estoy super emocionado por él”, dijo Elliott, quien tuvo una anotación de 3 yardas en su primer juego de regreso con los Cowboys. “Veo el trabajo que pone día tras día, así que no puedo pensar en otra persona que merezca tanto este contrato”.

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