Minnesota aseguró el triunfo al forzar un pase incompleto en la zona de anotación, lo que representó la última jugada del duelo.

El envío de Ben Roethlisberger a Pat Freiermuth fue acertado, pero Anthony Barr y Harrison Smith hicieron emparedado al tight end novato en el momento justo, para que el balón se escapara.

Los Vikings (6-7) consiguieron así una victoria crucial después de que casi dilapidaron la ventaja de 29-0 que tenían en las postrimerías del tercer cuarto.

Smith se arrancó el casco cuando el triunfo estaba al fin garantizado. Se mostró exhausto, más que emocionado.

Todos los partidos de Minnesota en la campaña, salvo uno, se han decidido por ocho puntos o menos.

“Nunca hay que decir que un partido de este equipo se ha terminado”, dijo el entrenador Mike Zimmer, quien atestiguó la semana pasada una derrota de los Vikings por 29-27 sobre Detroit, que no había ganado en toda la campaña pero se impuso con un pase de touchdown en la última jugada.

Los Steelers (6-6-1) habían lucido mucho mejor en los cierres de los encuentros durante esta campaña. Pero en ninguna de esas situaciones habían encarado la misión de borrar un déficit de 29 puntos.

“Se nos acabó el tiempo”, dijo Roethlisberger. “No me gusta hablar de victorias morales”.

 

Victoria para los Patriots

 

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