¿Puedes concebir jugar el futbol sin ver?

Foto: INEDEC

En el marco de los Juegos Paranacionales Conade 2021, el pasado 28 de octubre se completó el torneo de futbol 5 adaptado para deportistas con discapacidad visual de diferentes grados, en el que participaron seis conjuntos en la sede oficial, la Universidad La Salle de Cancún, Quintana Roo.

Los Murciélagos Laguna, representantes de Coahuila, conquistaron la presea de oro al vencer a sus archirrivales, los Topos de Puebla -precursores del futbol para ciegos-. En esta modalidad, cada equipo cuenta con un guía vidente que cumple la función esencial de sostener la concentración y atención de los jugadores, dando indicaciones desde detrás del arco rival y el portero de cada equipo es el único jugador con capacidad visual dentro de la cancha, lo cual hace muchísimo más fenomenal cada anotación.

Los Murciélagos comenzaron goleando a Baja California 5 a 0 en el partido de apertura, para después empatar con los representantes de Nuevo León en el más difícil de los encuentros; en el tercer partido -contra la escuadra de CDMX- lo sentenciaron con un 2 a 0, lo que representó el pase a la final.

El conjunto de Coahuila ya había disputado previamente dos finales ante los poblanos consiguiendo únicamente la medalla de plata, por lo que el sabor de la victoria fue aún mayor.

 

¿Quiénes son los protagonistas?

La escuadra  lagunera estuvo integrada por tres miembros con experiencia: Antonio Puentes, capitán e indudable líder del equipo, anotador del gol que consumó el triunfo después de tres intentos que encontraron al portero cómo obstáculo casi incesante; el excelente medio Ernesto Esquivel quien denota una agudeza admirable para moverse dentro de la cancha y el potente goleador, Roberto Salinas.

En posiciones claves defensivas, Oswaldo Puentes y Jeshua Ortiz se manifestaron como promesas del futbol coahuilense adaptado. Completan la formación, los porteros, Sebastián Andrade portero suplente y Ricardo Molina quien destacó en cada encuentro, así como el excelente guía Bernardo Reveles, todos liderados por el comprometidísimo Director Técnico, Guillermo Ibáñez.

 

¿Quiénes están detrás?

Atestiguando la experiencia, Maria Calvillo quien apoyó en persona y Diana Mota, la preparadora física quien les dedica tiempo y acompañamineto en Torreón. Ambas, cuidan de ellos y brindan  el apoyo y el esfuerzo inconmensurable. Además de esas personas imprescindibles: sus madres, familias y amistades que hacen posible con trabajo casi milagroso, amor a la mexicana. Ellos, quienes se organizan para recaudar fondos porque los recursos gubernamentales destinados son insuficientes para que estos jóvenes tengan el desarrollo digno que merecen para escribir su propia historia. Sin duda, de alguna manera, también ganaron el oro.

En una época en la que es esencial romper los esquemas de malos tratos entre varones pueden derivar en el ciclo de violencia que han pasado de generación en generación y que suele estar normalizada, escenarios como el deporte permiten  desarrollar las habilidades emocionales para lograr una comunicación asertiva y hábitos de auto-cuidado sin temor a no encajar con el estereotipo caduco de «machito» mexicano que todo puede y todo aguanta. El futbol permite construir una red de apoyo e ideología de buenos tratos para promover un sano desarrollo.

Me honra reconocer a cada deportista con capacidades diferentes y desear todas las felicidades a los máximos ganadores que también se encuentran ante el torneo simbólico de mayor dificultad como jóvenes adolescentes que están creando su identidad y que pueden elegir su propia construcción como hombres.

Me queda claro que los jugadores de Murciélagos Laguna pueden ver con la mente, porque ahora sé que en realidad ver es sinónimo de entender y ustedes saben hacer su juego al ser un equipo que acepta sus diferencias y las explotan. ¡Felicidades campeones!