La múltiple campeona olímpica y mundial de gimnasia artística Simone Biles abandonó este martes la prueba final por equipos en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Biles, quien ganó cuatro medallas de oro en los olímpicos de Río y es considerada como la mejor gimnasta de la historia, se retiró justo después de la primera prueba de la ronda final por la medalla de oro, el salto de caballo, donde hizo uno de los registros más bajos.

Sin embargo, aceptó que su salida no tiene que ver con una lesión, como se afirmó en un principio, sino que está relacionada con su salud mental.

«Después de la actuación que hice, simplemente no quería seguir. Tengo que concentrarme en mi salud mental. Simplemente creo que la salud mental ha tomado más relevancia en los deportes en este momento», dijo Biles a los medios acreditados en Tokio.

«Tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos y no solo salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos. Ya no confío tanto en mí misma. Quizás esté envejeciendo. Hubo un par de días en que todo el mundo habla de ti y sientes el peso del mundo», agregó.

Biles señaló que los atletas que están en las olimpiadas «son personas al final del día».

«No quería salir, hacer algo estúpido y lastimarme. Siento que muchos atletas que han hablado de esto realmente han ayudado», dijo

«Es tan grande, son los Juegos Olímpicos. Al final del día no queremos que nos saquen de allí en una camilla», concluyó.


Su presentación

La participación de Biles se limitó al primer ejercicio: el salto de caballete.

Tras ello, se la vio salir acompañada del recinto por el equipo técnico de US Gymnastics.

Poco después, apareció vestida con el pantalón largo del uniforme de presentación y se anunció que no continuaría en la competencia de este martes.

«Lo que vimos es que en el primer ejercicio, además de que no le salió muy bien, se notó que cayó mal. Pero no parecía algo serio», le dijo a los medios el periodista mexicano Gael Gonzáles, quien estaba en el coliseo de Ariake donde se realizan las competencias de gimnasia.

«Pero después vimos que salió con la chamarra. Se veía tranquila y apoyando a sus compañeras en todo momento», agregó.

Con Biles afuera, el equipo femenino de gimnasia artística del Comité Olímpico Ruso, conformado por Angelina Melnikova -que fue bronce en el último mundial- Vladislava Urazova, Lilia Akhaimova y Viktoriia Listunova, tuvo más facilidades para quedarse con la presea dorada seguido de EE.UU., que logró la plata, y Gran Bretaña, bronce.

De esta forma le quitaron el dominio que había tenido Estados Unidos en los dos últimos Olímpicos.

Angelina Melnikova del Equipo Olímpico Ruso logró quedarse junto a sus compañeras con la medalla de oro.

A pesar de la salida de Biles de la competencia, la gimnasta recibió su medalla de plata, la sexta olímpica de su conteo personal.

 

La leyenda Biles

Simone Biles llegó a Tokio como la gran estrella de estos Juegos Olímpicos tras el retiro del velocista Usain Bolt y el nadador Michael Phelps, quienes habían reinado en las últimas olimpiadas en sus disciplinas respectivas.

Tras una destacada actuación en Río 2016, la gimnasta estadounidense ha logrado en los últimos años proezas que se pensaban imposibles en su disciplina.

Por ejemplo, en los campeonatos nacionales de EE.UU. en 2019, Biles realizó un triple doble salto, una destreza que nadie había logrado hasta el momento.

El movimiento fue bautizado Biles II, porque el Biles original que ella misma ya había estampado en la historia es una salida doble en la rutina sobre la barra de equilibrio.

Sin embargo, durante las pruebas preliminares de Tokio, la gimnasta no lució en su mejor forma y, aunque clasificó a las finales por equipos y a las pruebas individuales, fue superada en puntaje por las gimnastas rusas.

Biles tampoco participó en el all around con el representativo estadounidense.

Tokio 2020: Ale Orozco y Gaby Agúndez consiguieron medalla de bronce

 

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